México en la Segunda Guerra Mundial: la historia del Escuadrón 201
- Tara Lau
- Apr 22
- 2 min read

La historia comenzó en mayo de 1942, cuando México declaró formalmente la guerra a Alemania, Italia y Japón.
En 1945, mientras el mundo se preparaba para la recta final de la Segunda Guerra Mundial, un grupo de jóvenes mexicanos cruzó el Pacífico con un objetivo: combatir en nombre de su país más allá de sus fronteras. Eran los Águilas Aztecas, el Escuadrón 201 de la Fuerza Aérea Mexicana, una unidad de élite integrada por 36 pilotos voluntarios y 264 elementos de apoyo que harían historia al combatir junto a las fuerzas estadounidenses en Filipinas.
La historia comenzó en mayo de 1942, cuando México rompió relaciones diplomáticas con el Eje y declaró formalmente la guerra a Alemania, Italia y Japón. La decisión se precipitó tras el hundimiento de los buques petroleros Potrero del Llano y Faja de Oro, atacados por submarinos alemanes pese a sus emblemas de neutralidad. Aquello no solo marcó la entrada de México al conflicto global, sino también el inicio de una colaboración sin precedentes con Estados Unidos.
Ambos países firmaron acuerdos militares que permitieron, entre otras cosas, el entrenamiento de pilotos mexicanos en bases estadounidenses. Los aspirantes del Escuadrón 201 comenzaron su formación básica en Guadalajara y luego se trasladaron a Texas para aprender a volar los robustos cazas P-47D Thunderbolt, conocidos como The Jug por los estadounidenses y adoptados por los mexicanos con cariño como El Jarro. Durante su estancia, incluso adoptaron como símbolo no oficial a Panchito Pistoles, un gallo pistolero creado por Walt Disney para la película Los Tres Caballeros.
En marzo de 1945, el escuadrón llegó a Luzón, Filipinas, y se integró al 58º Grupo de Caza de la 5ª Fuerza Aérea estadounidense. Allí comenzaron sus operaciones: misiones de apoyo aéreo cercano a las tropas aliadas, bombardeos sobre posiciones japonesas y peligrosas incursiones de siete horas rumbo a Taiwán. Cada avión mexicano portaba dos insignias: la de las barras y estrellas estadounidenses, y el emblema tricolor del escudo mexicano, con los timones pintados de verde, blanco y rojo.
La guerra fue exigente. En julio, cuando el 58º Grupo se trasladó a Okinawa, el Escuadrón 201 quedó a cargo de las operaciones en Filipinas. Con recursos limitados y varias bajas —incluidos ocho pilotos—, los Águilas Aztecas mantuvieron sus misiones hasta el final del conflicto. En total, realizaron 795 salidas de combate y acumularon casi 2,000 horas de vuelo en condiciones extremas.
Tras la rendición de Japón, los sobrevivientes regresaron a México como héroes. En un desfile en la capital, entregaron su bandera de combate al presidente Manuel Ávila Camacho, quien los celebró como la única unidad militar mexicana que ha combatido fuera del territorio nacional. Algunos de sus miembros alcanzarían el grado de general años después, pero todos compartieron el mismo legado: demostrar que, cuando México va a la guerra, lo hace con honor, valor y alas propias.
Comments