Terra Lawson Remer prometió cerrar todos los centros de embarazo en crisis

"Estoy presentando una propuesta para cerrar los centros de embarazos en crisis", dijo la Supervisora proaborto.

La Supervisora demócrata del condado de San Diego, Terra Lawson-Remer, ha sido recientemente objeto de escrutinio por su agresiva campaña destinada a cerrar los centros de embarazos en crisis dentro del condado de San Diego. Estos centros, aclamados por muchos por su invaluable apoyo a las mujeres que enfrentan embarazos no planeados, se encuentran en la mira de la radical agenda proaborto de Lawson-Remer.

La polémica sobre este tipo de establecimientos comenzó en septiembre de 2023, cuando el fiscal general del estado de California, Rob Bonta, inició acciones legales contra dos centros de embarazos en crisis en un esfuerzo por disuadir a las mujeres de buscar abortos. Si bien, estos centros han enfrentado acusaciones de ser controvertidos, sus partidarios argumentan que son indispensables y ofrecen perspectivas alternativas y apoyo a mujeres vulnerables.

Se estima que el condado de San Diego tiene 16 centros de crisis de embarazo, y Lawson-Remer afirmó injustamente que son “fraudulentos”, sin proporcionar pruebas que respalden sus afirmaciones.

Lawson-Remer también está presionando para que la Junta de Supervisores fortalezca los programas estatales creados después de que la histórica decisión del caso Roe vs. Wade fuera revocada el año pasado.

Las recomendaciones de la demócrata Lawson-Remer incluyen emprender acciones legales para cerrar estos centros y lanzar una fuerte campaña de educación pública a través de vallas publicitarias y redes sociales. La campaña estará destinada a socavar los centros de embarazo en crisis y, al mismo tiempo, a promover los servicios bajo el Proyecto de Ley del Senado de California (SB) 245 y Medi-Cal.

Las voces conservadoras han rechazado fuertemente las propuestas de Lawson-Remer, subrayando el trabajo esencial realizado por estos centros. Argumentan que la postura firme de la Supervisora demócrata del condado de San Diego a favor del aborto, descuida la importancia de brindar un espectro de opciones y servicios de apoyo a las mujeres embarazadas.

Si se le da luz verde al plan propuesto de cerrar los centros de embarazo, tendría un costo estimado de quinientos mil dólares, utilizando los fondos únicos de los Ingresos de Propósito General.

Frente a la cruzada de Lawson-Remer, un número creciente de miembros de la comunidad y partidarios de los centros de crisis se están uniendo para proteger los centros de embarazo en crisis. Destacan su papel fundamental al ofrecer asistencia compasiva y alternativas a las mujeres embrazadas que más los necesitan.