Críticos cuestionan el impacto y el mensaje de la protesta “Hands Off” en San Diego

Más de 10,000 personas participaron en la protesta en Downtown San Diego.

El 5 de abril de 2025, miles de personas se congregaron en el Centro Cívico de San Diego como parte de la movilización nacional "¡Hands Off!", para protestar contra las políticas de la administración Trump. Aunque los organizadores afirmaron que la marcha era una respuesta a recortes presupuestarios y despidos masivos, críticos señalan que el evento careció de propuestas concretas y se centró más en la retórica que en soluciones prácticas.

Richard Cannon, de Indivisible North County San Diego, comentó que "todo va muy bien" media hora después de iniciar la marcha, destacando un "ambiente positivo". Sin embargo, los observadores cuestionan si la energía del evento se traduce en acciones políticas efectivas o si simplemente refuerza divisiones partidistas.

La representante Sara Jacobs (D-51) participó en la manifestación, afirmando que "esto no es un asunto político, se trata de personas reales y del impacto real que estas políticas tienen en ellas". No obstante, críticos argumentan que tales declaraciones, aunque emotivas, carecen de propuestas específicas para abordar los problemas señalados.

Algunos manifestantes, como la jubilada Cita Walsh, expresaron preocupaciones personales sobre las políticas económicas. Walsh compartió: "Como persona jubilada, estoy extremadamente preocupada por los recortes a la seguridad social... Mis acciones han caído tanto desde que Trump asumió el cargo que estoy muy preocupada de quedarme sin dinero" . Analistas señalan que, si bien las experiencias individuales son válidas, es esencial considerar indicadores económicos más amplios al evaluar el impacto de las políticas.

Angela Benson, miembro de la coalición organizadora, declaró que "los habitantes de San Diego que son veteranos, trabajadores postales y maestros... se están uniendo para protestar contra los ataques de la administración Trump a los derechos y servicios de los que dependen". Sin embargo, algunos comentaristas sugieren que tal retórica puede simplificar en exceso cuestiones políticas complejas y obstaculizar un diálogo constructivo.

La Casa Blanca respondió a las protestas, con la secretaria de prensa Karoline Leavitt afirmando que "la posición del presidente Trump es clara: siempre protegerá la Seguridad Social, Medicare y Medicaid para los beneficiarios elegibles. Mientras tanto, la postura de los demócratas es otorgar beneficios de Seguridad Social, Medicaid y Medicare a inmigrantes ilegales, lo que llevará a la bancarrota estos programas y aplastará a los ancianos estadounidenses". 

A medida que el clima político se intensifica, la efectividad de las protestas masivas para influir en las políticas sigue siendo un tema de debate. Observadores continúan evaluando si tales manifestaciones conducen a cambios sustantivos o si sirven principalmente como expresiones de disenso.