Kamala Harris regresa al escenario político, pero persisten las dudas sobre su futuro

La exvicepresidenta fue vista por última vez al pronunciar su discurso tras perder frente a Donald Trump.

Después de meses de relativo silencio tras su derrota ante Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2024, la exvicepresidenta Kamala Harris reapareció con un discurso que reconoció profundas preocupaciones sobre la dirección del país. Pero al regresar al ámbito político, su desempeño dejó a algunos preguntándose si Harris aún cuenta con el impulso — o la base — para lograr un regreso significativo.

Hablando en un evento aniversario de Emerge, una organización que apoya a mujeres demócratas en la política, Harris advirtió sobre una posible crisis constitucional si el presidente Trump continúa desafiando el sistema de pesos y contrapesos. Aunque sus palabras reflejaron preocupaciones demócratas conocidas, el discurso no presentó la urgencia ni una nueva dirección audaz que algunos en su partido han estado pidiendo.

“Durante los primeros 100 días del nuevo mandato de Trump, Harris estuvo en gran medida ausente de la conversación nacional,” señaló la analista política Dana Stafford. “Ahora ha regresado, pero la pregunta es: ¿tiene un camino claro hacia adelante, o simplemente está revisitando viejos temas?”

De hecho, su discurso de 16 minutos en San Francisco tuvo un tono cauteloso. Expresó admiración por líderes progresistas como Bernie Sanders y Alexandria Ocasio-Cortez, quienes han atraído grandes multitudes con una retórica más contundente y enérgica en las últimas semanas. Harris, en cambio, se mantuvo general en cuanto a sus propios planes políticos, evitando mencionar la carrera por la gobernación de California o alguna futura aspiración presidencial.

“Es maravilloso estar en casa,” dijo Harris en el evento, transmitido en línea a una audiencia modesta. Reconoció su retiro de la vida pública desde enero con un toque de humor — “Todos me preguntan, ‘Bueno, ¿en qué has estado pensando estos días?’” — pero sus comentarios sugirieron introspección más que estrategia.

Con el gobernador de California, Gavin Newsom, limitado por el mandato, ha crecido la especulación sobre la posible participación de Harris en la carrera gubernamental de 2026. Sin embargo, incluso en su estado natal, los aliados de larga data parecen inseguros. “No creo que haya tomado una decisión porque ya habría escuchado los tambores,” dijo Mark Buell, un importante donante demócrata que ha apoyado a Harris durante décadas.

Mientras demócratas como el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, están dando discursos nacionales y haciendo campaña en los primeros estados de las primarias, Harris ha mantenido un perfil más bajo, faltando a algunos eventos clave organizados por el Partido Demócrata de California y sindicatos laborales.

Su discurso esta semana tocó temas claves demócratas — derechos de voto, aborto, justicia económica — pero los críticos argumentan que ahora habla desde atrás, sin liderar la conversación. Incluso algunos partidarios expresan en privadas preocupaciones de que su vicepresidencia y campaña de 2024 le hayan dejado más visibilidad que impulso político.

Por su parte, los republicanos parecen estar alentando a Harris a participar en la carrera por la gobernación de 2026. El expresentador de Fox News Steve Hilton, ahora candidato republicano, la instó a dejar de “vacilar,” criticando su historial: “Fuiste un desastre como candidata presidencial; estarías defendiendo el desastre del gobierno demócrata en California.”

Por ahora, Harris se mantiene indecisa. Su regreso a la vida pública ha generado interés — pero no entusiasmo generalizado. A medida que el campo demócrata cambia a su alrededor, queda la pregunta: ¿Podrá Kamala Harris recuperar la energía y claridad necesarias para liderar nuevamente, o su momento ya pasó?

Después de meses de silencio tras su derrota electoral frente a Donald Trump en 2024, la exvicepresidenta Kamala Harris reapareció recientemente con un discurso donde allegó sus preocupaciones sobre la dirección del país. Sin embargo, su regreso ha generado cuestionamientos sobre si aún posee el impulso necesario para un resurgimiento político significativo.