California busca soluciones al alto costo de vida, pero la burocracia ralentiza el progreso

Los intentos de limitar la renta y reducir los costos diarios han sido pospuestos o debilitados entre la cautela política y las prioridades en competencia.

Con la asequibilidad posicionándose como una de las principales preocupaciones de los californianos, los legisladores estatales enfrentan una creciente presión para actuar. Sin embargo, aunque el discurso político se ha intensificado en torno al costo de la vivienda, los alimentos y el cuidado infantil, los avances concretos siguen siendo limitados, obstaculizados por la burocracia, los desacuerdos políticos y otras prioridades legislativas.

En diciembre de 2024, el presidente de la Asamblea, Robert Rivas, prometió “renovar el sueño californiano” enfocándose en la asequibilidad. Cinco meses después, se han formado grupos de trabajo y se han presentado algunas propuestas, pero las reformas más significativas siguen pendientes.

Una de las iniciativas ha sido la creación de cuatro comités especiales para analizar los factores que encarecen la vivienda, los alimentos, el combustible y el cuidado infantil. Aunque bien intencionados, estos comités no comenzarán su labor hasta junio, y no se esperan propuestas legislativas concretas sino hasta el próximo año.

“Prefiero hacer las cosas bien, no rápido”, afirmó el presidente del Senado, Mike McGuire, reflejando el enfoque cauteloso del estado.

En el ámbito de la vivienda—donde California enfrenta una crisis de oferta—algunas propuestas han avanzado. Rivas, aliado de los defensores del desarrollo urbano (YIMBY), respalda medidas para agilizar los permisos, reducir la burocracia y congelar nuevos mandatos regulatorios durante seis años. Estas iniciativas buscan impulsar la construcción privada y aliviar la presión sobre el limitado inventario de viviendas.

Otras propuestas reflejan el delicado equilibrio que enfrentan los legisladores. La senadora Aisha Wahab ha propuesto limitar las tarifas excesivas impuestas por asociaciones de propietarios, aunque subrayando la necesidad de continuar fomentando el desarrollo.

“Queremos más viviendas, pero también queremos proteger a quienes ya están pasando dificultades”, explicó.

Aun así, el ritmo sigue siendo lento. Un proyecto de ley para limitar los aumentos de renta—tema popular entre grupos progresistas—fue postergado hasta 2026 para un debate más amplio. Algunos críticos advierten que este tipo de controles de precios podría desalentar la construcción de nuevas viviendas, agravando aún más la crisis de asequibilidad.

Mientras tanto, los legisladores citan los incendios forestales y los cambios de liderazgo como razones para el retraso legislativo. Pero para los californianos que enfrentan precios elevados en la gasolina, servicios públicos y alimentos, la paciencia se está agotando.

Aunque el poder legislativo insiste en que la asequibilidad sigue siendo una prioridad, la brecha entre el discurso político y los resultados reales sigue siendo considerable. Para avanzar de verdad, señalan algunos analistas, California podría necesitar menos discursos y más acción centrada en la oferta a largo plazo, la inversión privada y la disciplina regulatoria.